La CHJ atiende la petición de Almassora de arrancar más de 6.000 metros de cañas del Millars
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) atiende desde esta mañana la petición realizada por el Ayuntamiento de Almassora de aplicar tratamientos efectivos contra la proliferación de cañas en el margen del río Millars a su paso por la localidad. El tratamiento que ejecuta la entidad responsable de este entorno incluye la extracción del rizoma de la caña para evitar su rápida reproducción.
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, y la concejala de Medio Ambiente, María José Tormo, se han desplazado hasta el puente de la N-340 junto a los técnicos del área para comprobar el inicio de los trabajos en el margen izquierdo del río, que afectan a 6.680 metros cuadrados de superficie. A la extracción del rizoma se suma el desbroce mecanizado con maquinaria pesada que en los próximos días obligará a cerrar el paso por este tramo de la senda para evitar accidentes entre los usuarios.
Los operarios ya han señalizado los accesos al cauce a primera hora de la mañana para advertir a quienes transitan por esta zona del peligro de pasar junto a las máquinas mientras duren los trabajos, que se extenderán durante toda la semana debido al volumen de vegetación a retirar.
La empresa encargada de los trabajos recogerá los restos de desbroce y cargará y transportará los residuos al vertedero autorizado para dejar completamente limpia la zona. Una vez acometido el tratamiento, la senda del Millars recuperará la vista de les Reballadores desde este punto ahora cubierto de vegetación invasora. Tal como indican los técnicos, además del mantenimiento habitual, el departamento tiene previsto realizar una plantación de arbustos en todo el ámbito del cañar eliminado.
El objetivo del consistorio pasa por mejorar la imagen del entorno, favorecer el paso de peatones y deportistas en el espacio de alto valorar ecológico, favorecer la aparición de especies autóctonas y evitar incendios que pongan en peligro el mayor pulmón verde de Almassora. Por ello, los trabajos comienzan bajo el puente de la carretera nacional y se extienden bordeando el cauce aguas abajo del azud, donde figuran las infraestructuras hidráulicas más tradicionales del regadío local.