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Miércoles, 19 septiembre 2018

La unidad de respiro de Almassora ampliará el horario dos años después de su apertura

El equipo de gobierno se unió ayer a la recogida de fondos organizada por AFA con ocasión del día mundial contra este mal

Voluntarios de la Asociación Provincial de Familiares de personas con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias de Castellón (AFA Castellón) se desplazaron ayer hasta el mercado ambulante de Almassora para recaudar fondos con los que apoyar su misión de asistir al entorno inmediato de las personas afectadas por este mal. El de gobierno acompañó al equipo de AFA, entre los que se encontraban la gerente de la asociación, Silvia Ramos, y su presidente, Emilio Marmaneu.

La entidad gestiona, desde hace dos años, la unidad de respiro de Santa Quitèria, al servicio de las personas afectadas por la enfermedad y que, actualmente, cuenta con 17 usuarios. El centro ampliará su horario para abrir también por las tardes “a demanda de los familiares”, como confirmó Marmaneu a los responsables municipales. El transporte adaptado seguirá funcionando por las tardes y los residentes recibirán también en el nuevo horario atención sanitaria especiliazada y realizarán actividades y tratamiento adecuados a sus capacidades cognitivas y motoras.

La primera teniente de Alcaldía, Susanna Nicolau, ha destacado que, gracias a este recurso, “los familiares cuentan con una apoyo imprescindible y con una guía muy necesaria para sentirse acompañados en todas las etapas del avance del alzheimer”. La edil ha recordado que el entorno de una persona afectada “necesita mucha ayuda, porque se encuentra con una situación de dependencia absoluta para la que, en la gran mayoría de los casos, son necesarios cuidados profesionales”.

Así pues, desde su inauguración en septiembre de 2016, la unidad de respiro de Almassora está gestionada por la Fundación Salomé Moliner y cuenta con profesionales para la asistencia de personas afectadas por el Alzheimer. El programa de actividades incluye ejercicio físico supervisado por un fisioterapeuta y dinámicas para estimular la memoria y frenar el avance de la enfermedad.

Asimismo, desde marzo del pasado año, los usuarios disfrutan del servicio de transporte adaptado, gracias al que el consistorio facilita a las familias el desplazamiento hasta el centro. El vehículo adaptado recoge a los enfermos de cualquier punto del término municipal y los lleva hasta el centro por un precio simbólico de un euro por trayecto, ya que son la Concejalía de Servicios Sociales y la entidad gestora de la unidad las que asumen los costes restantes del servicio.

La creación de la unidad de respiro supuso la transformación de la Casa de l’Ermitana, situada junto a la ermita de Santa Quitèria. El proyecto supuso una invesión de más de 80.000 euros, unos fondos de procedencia íntegramente municpal con los que el consistorio reformó el interior del edificio; instaló un ascensor, rampas de acceso y un aparato elevador y creó dos baños adaptados, una cocina, una oficina y una sala multiusos para las actividades y terapias de los usuarios.