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Sábado, 4 julio 2020

La Vila de Almassora estrena pavimento accesible

Las obras de FEDER continúan con la instalación de piedra de rodeno y Borriol

Las obras de la Vila de Almassora avanzan con la instalación del pavimento en la calle San Joaquín que evitará caídas a los transeúntes. Los operarios de Grupo Ravi, empresa adjudicataria de los trabajos, instalan en estos días el mosaico que forman las piedras de rodeno y Borriol a una única altura, sin bordillos, para garantizar la accesibilidad en el casco antiguo.

La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, y la concejala de Territorio, Carmina Martinavarro, han visitado la zona de obras junto al equipo municipal de Urbanismo para ver el avance de la reforma cofinanciada al 50% por los fondos FEDER de la Unión Europea y el Ayuntamiento de Almassora y que ya deja ver el resultado provisional de la intervención. La pavimentación elegida, han indicado los técnicos, evitará las caídas que se repetían habitualmente en el casco antiguo.

En las próximas semanas comenzará el hormigonado de la plaza de la Iglesia para completar la actuación integral, valorada en 441.940,52 euros y que afecta a una superficie de 2.289,30 metros cuadrados. En estos momentos, el tramo más avanzado es el situado en el eje central de la calle San Joaquín, entre las instersecciones de Sant Roc y Sant Cristòfol, donde ya es visible el nuevo pavimento de piedra.

Los trabajos suceden al remate en la red de drenaje, que ha permitido modernizar un sistema obsoleto por el paso del tiempo y la capacidad de absorción, y el posterior hormigonado del itinerario. No en vano, los operarios se distribuyen por zonas a lo largo de todo el trazado para acelerar al máximo la reforma y que cesen las molestias al vecindario después de varios meses de reforma.

En este sentido, la paralización de los trabajos por el coronavirus y las lluvias registradas durante la primavera obligaron a ralentizar una reforma que ha variado el calendario previsto debido a la suspensión de las fiestas de Santa Quitèria. Frente a la actuación prevista por tramos para reabrir el casco antiguo a las celebraciones, finalmente la dirección de obra y la mercantil adjudicataria modificaron el cronograma para facilitar la intervención.

Además de garantizar la accesibilidad universal, las obras dotarán de iluminación especial a la plaza de la Iglesia, junto a la fachada de la Natividad, para resaltarla respecto a la calle San Joaquín. El espacio quedará reservado al paso de transeúntes frente al tráfico rodado. Además de bancos y arbolado en la plaza, todo el casco antiguo sumará códigos de pavimentado para destacar datos como los edificios catalogados, los dotacionales y aquellos con interés arqueológico.