Almassora recoge 10 toneladas de orgánica en el primer mes del servicio
La empresa concesionaria del servicio de recogida de basura en Almassora, FCC, ha cifrado en 10.160 los kilos de residuos orgánicos depositados por los usuarios en el primer mes en funcionamiento de esta fracción, que arrancó a principios de junio. A estas 10 toneladas se suman otros 5.220 kilos recogidos hasta el 18 de julio en los contenedores marrones.
El consistorio estima como razonable el volumen de residuos depositados en los primeros 86 contenedores de recogida de basura orgánica que distribuyó a principios de junio por islas junto al resto de depósitos con el objetivo de reducir los residuos urbanos. La compra de los contenedores a cargo del presupuesto municipal se incrementará con nuevas unidades en el futuro para facilitar la participación ciudadana en el proyecto.
En este primer mes tras su implantación, el consistorio ha reforzado las campañas de información para concienciar a todas las franjas de edad de la población sobre el uso correcto del nuevo contenedor y la importancia de separar bien los biorresiduos para evitar problemas durante el tratamiento y gestión.
A este cometido se dedica el educador ambiental contratado para resolver dudas a la ciudadanía en general y, en concreto, a grandes productores como hostelería o centros educativos. Entre otras funciones, informa de la prohibición de tirar al contenedor marrón toallitas húmedas, compresas, pañales, bastoncillos y otros elementos de higiene personal dado que dificultan el tratamiento de los residuos orgánicos.
Con el inicio del nuevo curso, las actividades educativas para formar a los más jóvenes regresarán a colegios e institutos, que aprenderán qué tipos de residuos deben depositarse en el contenedor marrón. Alimentos (también los caducados), papel de cocina, tapones de corcho o cáscaras de huevo son algunos de los desechos que deben tirarse a este nuevo espacio.
El objetivo último de todas las campañas planteadas desde el departamento de Medio Ambiente pasa por revertir los datos de finales de 2020 que cifraron en un 85% el volumen de basura que fue a vertedero, frente al 15% de material reciclado. Reducir los costes económicos e incrementar la protección al medio ambiente son las dos máximas de la modificación del contrato del servicio de recogida.