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Birding

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En el tramo final del río Mijares, conocido popularmente como “les goles”, ya que el río forma en su desembocadura un delta de tres brazos o gargantas, da un lugar a una gran biodiversidad, siendo un espacio natural incluido en la Red Europea Natura 2000, Zona Especial de Protección de las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), además de su declaración por parte de la Generalitat Valenciana como Paisaje Protegido (único en toda la provincia).

El Paisaje Protegido de la Desembocadura del Río Mijares tiene una extensión de 424 hectáreas que abarcan los últimos 16 kilómetros de río. Un espacio único que combina usos educativos, recreativos y lúdicos, siempre compatibles con la conservación del espacio natural.

Un paraíso ornitológico en el que se dan cita durante todo el año, o siguiendo el paso marca las estaciones más de 200 especies diferentes de aves. La proximidad del mar favorece, además, la visita de aves marinas hasta el interior del río.

Las diferentes zonas de la desembocadura permiten la convivencia de las más diversas especies de fauna y flora.

El tramo final de la desembocadura, les Goles, destaca por su interés ornitológico con la presencia de aves limícolas como, el chorlitejo chico, diferentes especie de gaviotas, como la gaviota de Audouin o la cabecinegra, la pardela balear y el cormorán moñudo.

Entre los cañaverales y carrizales podemos observar ardeidas como el avetorillo, anátidas como el ánade azulón o la cerceta común, así como el martín pescador, carriceros, escribano palustre, golondrinas y aviones, etc.

En los prados húmedos y junqueras viven, o visitan, el rascón europeo, lavanderas blanca y cascadeña, limícolas como cigüeñuelas y avefrías.

Aguas arriba, en los prados secos mediterráneos, encontramos distintas especies de aves como la cogujada montesina, alondra común, escribano triguero, cisticola buitrón y fringílidos como verderones, verdecillos, jilgueros, etc.

Además en los escarpes y taludes es habitual la nidificación del abejaruco europeo, un ave de gran atractivo por su vistosa colaboración.

En este tramo se encuentran las lagunas artificiales que congregan un gran número de especies de aves. En ellas, pueden encontrarse algunas nidificantes como gallinetas, fochas comunes, calamones, ardeidas (garza real, garcilla bueyera, garcilla cangrejera) y anátidas (ánade azulón), a las que se añaden especies invernantes o en paso migratorio como el porrón pardo, especie catalogada En Peligro de Extinción.

En las proximidades del casco urbano y los cultivos que rodean el cauce, otras especies aumentan la biodiversidad de la zona: gorriones comunes, mochuelos, vencejos, etc.

El último tramo de la Senda, desde el Azud de les Revallaores y la presa del Pantanet de Sta. Quitèria hasta el límite del Paisaje Protegido se caracteriza por la presencia de aves escasas o austentes en otros tramos: oropéndolas, tórtolas europeas, ruiseñor común, zorzales, torcecuellos, etc.

En este tramo el monte mediterráneo es un buen refugio para aves como el mochuelo o la abubilla, ciertas rapaces diurnas (busardo ratonero, gavilán común), y páridos (carbonero común y garrapinos, mito), etc.

Conoce en profundidad el Birding de Almassora