En este taller, l@s asistentes participan en un cuentacuentos interactivo, con el fin de relacionar el consumo excesivo de plásticos con los impactos ambientales que estos generan. De este modo, se aprende que nuestras decisiones diarias pueden llegar a tener consecuencias serias para el medio ambiente, y que al mismo tiempo es fácil cambiar de hábitos si nos paramos a reflexionar un poco antes de dejarnos llevar por los impulsos.

En este taller recreamos un supermercado, como aquellos a los que acudimos habitualmente para hacer la compra. Sin embargo, en este supermercado cada decisión cuenta, ya que condicionará el volumen de residuos que generamos. Una manera muy visual y práctica de enseñar a l@s niñ@s que la cantidad de residuos que generamos puede cambiar significativamente si nos decantamos por comprar productos con menos cantidad de envases.

¡Ahora hay que separar correctamente los residuos! De modo que si hemos comprado productos que llevan muchos envases, en seguida llenaremos el cubo de reciclaje. ¿Y los que no han comprado productos envasados? En este caso, apenas generarán residuos, con lo que su impacto sobre el medio ambiente será mucho menor... Y lo más importante, ¡habrán ayudado a los protagonistas de nuestro cuentacuentos!

Al finalizar los talleres, se realizó la representación del espectáculo ECODISSEA (versión 2019) en los colegios. En esta ocasión, los cronoviajeros vienen desde el año 2580 para rescatar a RUBIK, un robot cronoviajero cuya misión era volver al año 2019 para recoger datos, pero del que han perdido la pista. Al llegar descubren que RUBIK ha sido infectado con el virus de la consumitis, que le lleva a realizar un consumo irresponsable, y que amenaza con destruir sus circuitos... ¡y la vida en la Tierra! Con la ayuda del público, los cronoviajeros combatirán este virus y nos enseñarán pautas de consumo responsable para poder salvar a la humanidad del futuro.